Por Juan Gonzalo Morales Echeverri, integrante de la Barra EnlaceVerdolaga


Opinión de un hincha:


Rabia, impotencia, dolor y frustración, son solo algunas palabras que podrían describir el sentir del hincha de Atlético Nacional en esta campaña que acaba de terminar tras la eliminación de la Copa Libertadores en su edición 2021,

el hincha de Nacional vivió como muchas veces la ilusión de ver a su equipo celebrando un nuevo título en esta ocasión con un componente adicional, la pandemia, una pandemia que no nos permitió como hinchas ir al estadio a ver, alentar y a empujar desde la tribuna a nuestro amado verdiblanco y eso tal vez fue una parte importante de la vorágine que se desato en el trasegar de este primer semestre; una vorágine que tiene como denominador común la irregularidad en el juego y el desempeño del equipo, un desempeño que a ojos de quien escribe fue una montaña rusa de ilusiones y decepciones, de no saber que pensar, ni que esperar de un equipo que nunca encontró su norte.

El espejismo de terminar primeros en el rentado local (en la fase del todos contra todos) finalizo en los playoffs cuando un equipo de media tabla, pero con mucha táctica y pierna fuerte como lo es la Equidad termino con la ilusión de pasar a semifinales del rentado local al plantarle cara a un Nacional timorato y mezquino en su juego y en su táctica y de ahí en adelante cuesta abajo como una avalancha de decepciones, avalancha que termino en Copa Libertadores con la caída ante un equipo de Universidad Católica de Chile diezmada por el Covid-19, lesiones y medidas disciplinarias en sus jugadores, pero que sin embargo con lo que tenía no se amilano frente a un
Nacional que tenía su “nómina de gala”; termina así un semestre literalmente: PARA EL OLVIDO.


El desempeño:
Como dije anteriormente el desempeño del equipo fue una montaña rusa de ilusiones y altos cuando se veía a un Nacional que jugaba bien y hacia goles como contra alianza petrolera, se veía una tromba, los jugadores tocando en un equipo compacto amando la pelota, dándole un buen trato y con jugadores concentrados, e incluso cuando jugaba mal, pero era efectivo; luego llegaban los bajos y decepciones como contra Tolima se veía un equipo desordenado endeble, falto de eficacia y completamente perdido línea por línea.

Responsabilidad:
Tal vez la responsabilidad no se debe atribuir solo al técnico, él y además varios jugadores que se preciaron de ser referentes e “ídolos” o buenos refuerzos del equipo resultaron ser nada más un conjunto de palabras al viento, como el señor Jefferson Duque el cual en una rueda de prensa mostraba su descontento por el desempeño de sus compañeros pero que al final ni el mismo sabía qué hacer en la cancha y a veces se veía que ni disposición tenia de hacer algo por cambiar el curso de muchos de los partidos en los que jugó; Jonathan Álvez que en un principio se esperó de el que fuera un “Killer” complemento o reemplazo de Duque fue otra decepción (2 goles en un semestre, y mal contadas unas 3 asistencias fue su saldo); Jarlan Barrera un tipo que al son de hoy no sabe uno como hincha que pensar “ni chicha ni limonada como dice la canción); Brayan Rovira jugador que prometía ser un pilar en la contención resulto ser una pieza con una irregularidad abrumadora sobre todo en los últimos encuentros disputados, Neyder Moreno otro que prometía ser un gran bastión en el ataque del equipo venido a menos y que en los últimos dos encuentros intento y trató, pero una golondrina no hace verano; Vladimir Hernández pues simplemente decepcionante y así varios otros jugadores, también de mitad de campo hacia atrás desentonaron por ejemplo Marulanda, Banguero que fueron traídos como los grandes solucionadores del problema de bandas que ha venido trayendo nacional desde que se logró la última gran gesta, pero que a la hora de la verdad mostraron una
falta de técnica ABISMAL, algo que también aqueja a jugadores como el señor Perlaza cuya talla resulto ser un arma de doble filo cuando su falta de técnica resultaba en pérdidas de pelotas que en varias ocasiones pudieron clarificar las cosas para el equipo terminaban en contragolpes de los rivales. Y así se podría seguir enumerando las condiciones de varios jugadores que están muy por debajo de lo que se esperaba de ellos; sin embargo, más allá de las falencias de los jugadores, está la mano del técnico quien con su “experiencia y supuesta experticia” podría haber cambiado el rumbo de los acontecimientos supliendo la falta de técnica de los jugadores con táctica pura y pragmatismo, pero en cambio se vio a un DT que no conoce a sus jugadores, o no los quiere conocer, no sabe cómo hablarles o como posicionarlos en la cancha, las razones pueden ser muchas lo cierto es que, ni sus planteamientos, ni su confección de la nómina para la mayoría de los partidos fue la ideal unos planteamientos que a los ojos del hincha fueron ambiguos y sin sentido, totalmente faltos de lógica pero eso sí, con mucha improvisación y para no ir muy lejos seria destacar los cambios que a todas luces fueron IRRACIONALES en muchos partidos, como en el último partido disputado: meter un defensa cuando tu equipo va perdiendo por 1-0 y está quedando fuera del torneo es algo que a todas luces no tiene el más mínimo sentido común, el resultado del partido 2-0 perdiendo y eliminación de Copa Libertadores. Yo en lo personal no soy partidario de sacar técnicos cada 6 meses como dicen algunos (el Sena), pero si en mis manos estuviera sacaría al señor Guimaraes no hay que ser un Karl-Heinz Rummenigge para darse cuenta que el proceso del señor Guimaraes está pegado con babas, en lo que va del año solo nos mostró espejismos del Nacional que anhelamos, y junto con él, les daría las gracias a varios jugadores y los alentaría a seguir en otras toldas, porque la verdad a muchos de ellos les falta AMOR Y RESPETO POR LA CAMISETA y que solo están por facturar, porque ganen o pierdan, jueguen mal o bien, el cheque siempre llega(un esquema de pago que debería ser modificado, para que los jugadores se vean obligados a sudarla si quieren
ganar dinero).


Los directivos:
A todo lo anterior se suma la mano invisible de los directivos, los encargados de firmar los cheques, contratos, traspasos, pólizas, etc... de ellos poco por decir, sin embargo, no pueden salir en limpio, se entiende que el equipo es una empresa de un grupo empresarial y que debe generar ganancias, pero el enfoque actual es verdaderamente lamentable, pareciera que quieren transformar el equipo en una vitrina para promocionar jugadores(tipo deportivo Cali o Envigado) en pocas palabras para generar dinero a costa del nombre de nuestra institución, lo cierto es que incluso para eso hay que tener una planificación en la que el jugador sea llevado y se consolide en un equipo sólido, para que el jugador que se vaya a vender tenga algo que mostrar en sus palmares y además este maduro futbolísticamente, desafortunadamente para los directivos del equipo y para los empresarios relacionados con los jugadores, lo importante es el vil metal(como le decía mi abuelo al dinero $$$$), y debido a ello los jugadores salen con muy altas posibilidades de fracasar, son muy pocos los jugadores que sin ganar algo con Nacional salen al exterior y se consolidan; a esto se le suma la falta de un proceso de divisiones inferiores en las que se lleve a la cantera de nuestro equipo a mostrarse y luchar por un puesto en el equipo de mayores; otro tema que ha influido en los últimos resultados de la campañas del verde es la parte de los llamados refuerzos, es cierto que la pandemia ha mermado el ingreso de capital a las arcas del club pero buscar jugadores que estén libres(que por algo lo están), traer jugadores que ya van de salida o tener un scouting que solo busque jugadores con el BoMB(Barato o Mas Barato) a cota de sus capacidades técnicas y físicas por ahorrarse unos miles de dólares o de pesos, a la larga no es negocio y eso es algo que deben tener en cuenta los directivos y la supuesta comisión técnica a la hora de contratar, ojalá ahora con la llegada del señor Gutiérrez a la presidencia del Club las cosas cambien, para bien.


Otros factores:
Pueden existir otros factores internos y externos, por ejemplo: la supuesta influencia de Carolina Ardila en las decisiones ejecutivas y deportivas del club o de Juan Pablo Ángel que supuestamente es empresario de jugadores según algunos sectores de la hinchada, sin embargo, a ojos de quien escribe es mejor no ahondar a ese respecto por falta de información concreta y veraz.


Puntos positivos:
No solo hay que tener ojo para criticar, también para reconocer las virtudes de algunos jugadores y que hicieron ver una luz de esperanza a futuro, como, por ejemplo: Andrés Andrade quien con resiliencia e ímpetu trato de llevar al equipo adelante, de los pocos jugadores con algo de técnica que trato de echarse en muchas ocasiones el equipo al hombro; Sebastián Gómez uno de los que tuvo más puntos buenos que malos, sin embargo, la mano del técnico la
verdad lo quemo en la cancha en varios partidos(como a varios jugadores) sin embargo la mayoría de las veces tuvo una buena regularidad; Emanuel Olivera, un jugador efectivo en la mayoría de los cierres, marcas y salidas, el si se podría considerar un refuerzo; por ultimo Tomas Ángel, me disculpo con los hinchas que no lo vean sino como la rosca de su padre en el equipo, pero para mí, es un joven que mereció tener más minutos por haber mostrado el
compromiso que le falto a los señores Álvez y Duque, también por tener un manejo de la pelota del cual los señores antes mencionados carecen totalmente.

En resumen, el fracaso de este semestre como bien sabemos se suma a la seguidilla de fracasos que desde el 2017 solo fueron paliados mínimamente por la consecución de un título (Copa Aguila con el Arriero Herrera) y que tanto en competiciones nacionales como internacionales muestra que la institución a todos los niveles requiere de reestructuración, una reestructuración enfocada hacia lo deportivo por encima de los intereses de los buitres tanto
de adentro como de afuera que quieren es llenarse los bolsillos a costa de la historia de nuestro gran equipo. Hay que hacer una poda masiva y reenfocar los esfuerzos del club en la consecución de títulos que también dan dinero y potencian jugadores, según las redes sociales en el equipo ya están evaluando lo que sigue de cara al próximo semestre, veremos qué pasa con la gestión de este nuevo presidente, lo cierto es que como hinchas esperamos que esta
sequia de títulos se acabe pronto, a nuestros ojos necesitamos jugadores que así no sean hinchas quieran demostrar que quieren ganarse cada centavo de su sueldo sudando la camiseta, con rebeldía, pundonor y con cojones; también necesitamos directivos comprometidos por mantener el nombre del equipo en lo más alto de la jerarquía futbolística de Colombia y obviamente de Suramérica.


Ojalá algún día, no muy lejano volvamos a gritar con orgullo y con pasión, pero sobre todo con satisfacción: Soy del Verde Soy Feliz.