Y otro Hincha es asesinado, su "pecado" estar portando la camisa del equipo que ama.  Vilmente a manos de "Hinchas" que no son más que unos cobardes y desadaptados que están equivocados en la forma como ven, siguen y viven el Fútbol, deporte de multitudes que a tantos nos apasiona y alegra la vida.

Pero el caso ocurrido en la ciudad de Cali es uno de los pocos que conocemos, pues con cada partido se libra una battalla sin sentido en muchos sectores de nuestra sociedad.

Las carreteras por ejemplo son territorios donde otros que se dicen llamar hinchas, se las toman como suyas para evitar el paso de personas que vayan en el camino con la intención de acompañar a su equipo en la ciudad donde serán visitantes.  Esas batallas sin sentido poco las conocemos pues en la carretera pasan muchas cosas y han habido muchos muertos que no fueron reportados.

Llegamos a las ciudades donde incluso puede haber una apariencia de que el estadio es territorio de paz, pues en las afueras de convivencia se sabe poco, algunos mal llamados seguidores están a la cacería de otros hinchas que no comparten la pasión por el mismo equipo.

El transporte público se ha vuelto territorio con fronteras "por la pasión", donde el miedo es el gobernante que hace que muchas personas eviten su uso y así se alejen de los estadios.  Y si seguimos nos quedaríamos cortos en escribir las circunstancias en las cuales los hinchas son manipulados y atacados por delincuentes. 

Para todo esto tenemos una Ley del Fútbol mal aplicada, un estatuto del Hincha que poco se conoce y peor aún, administraciones que hacen caso omiso a esta problemática y consideran que la sola acción de separar hinchas dentro del estadio, que prohibir el ingreso de barras y seguidores de determinados equipos, son la estrategia para evitar estos hechos que hemos mencionado, pero de forma equivocada se toman estas medidas, pues seguirán siendo solo paños de agua tibia a una problemática que tiene un fondo que es el que se debe trabajar con el compromiso de todos los entes involucrados.

La solución no va a ser fácil mientras se siga pensando que es dentro del estadio donde está el problema, pues este tiene otra dimensión que si seguimos desconociendo permanecerá con una bomba que solo espera el momento preciso para explotar.

Sea la invitación para que la mayoría de los que asistimos a los estadios, que sabemos que allí se va a disfrutar de una fiesta, que sabemos que el respeto por el otro es parte fundamental de la vida en sociedad, sigamos alentando a nuestros equipos respetando al rival, que tiene los mismos derechos que tenemos cada uno de nosotros, y que eso sí, mostremos que convivir con el otro en un espacio que es de todos sí es posible.  #FútbolEnPaz

y tú, ¿Qué opinas?

Sonwil

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