Siempre se recuerda con nostalgia las tribunas abarrotadas del Atanasio, Pascual Guerrero, el Campín, Palo Grande o el Metropolitano de Barranquilla, y aunque en muchos de los encuentros de fútbol esto sigue pasando, creo que el multicolor se ha perdido un poco, pues ahora sólo predomina uno, el de la localía. Es muy difícil encontrarse con graderías amarillas y azules o rojas y verdes al mismo tiempo,

y esto es debido, al parecer, a que unos cuantos siguen escudándose en una camiseta para cometer sus actos vandálicos.

Esto no se trata de eliminar rivalidades, pues el fútbol, y en sí el barrismo, es una cuestión de orgullo, honor y amor por el equipo que nos representa. Ahora bien, cuando hablamos de #BarrismoEnPaz nos referimos posiblemente y como hinchas a una rivalidad dentro de la cancha, esa, cuyas armas son los bombos, trompetas y platillos, esa, que puede matarte, pero de tanto alentar, saltar y gritar un gol, esa, cuya armadura es la sagrada que llevamos puesta y cuyo frente de ataque son las banderas, tifos, extintores, papel picado, canciones, y en fin, el carnaval que genera ver y defender nuestros colores hasta alcanzar la gloria. 

Es triste creer que debido a los últimos acontecimientos que empañan el fútbol y el barrismo en Colombia, se piense que hemos dado un paso atrás frente a la convivencia dentro y fuera de los estadios, pero como seres humanos, ciudadanos, hinchas, amantes de este hermoso deporte y fieles defensores del #BarrismoEnPaz no desistiremos, pues entendemos el trabajo social al que le están apostando las barras organizadas del país, porque sabemos que el fútbol debe ser un canal para unir a las familias, para tejer lazos de convivencia, y finalmente porque somos conscientes que nuestro país está en un proceso de paz, pero ésta empieza por las acciones de cada uno de nosotros como seres humanos, los cuales queremos con todo el aguante seguir promoviendo el mensaje del “SÍ AL VISITANTE”, pues necesitamos tribunas abarrotadas y contagiadas de un carnaval multicolor, ese espacio fervoroso que sólo la magia del fútbol nos puede dar. 

Cristian Arias (This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.)